Para empezar os muestro la imagen Rx del paciente, y luego hablamos un poco de ello.
La deformidad de Haglund es una alteración en la morfología del calcáneo, que forma una prolongación ósea vertical en la tuberosidad posterosuperior. Aunque se han propuesto varios criterios de medida para diagnosticarla, el método más usado es el de las líneas de inclinación paralelas (parallel pitch lines, PPL). Consiste en trazar una línea tangente a la superficie inferior del calcáneo, y otra paralela a ésta en la cara superior, a la altura del punto más alto de la cara posterior de la superficie de la articulación subastragalina. Si la tuberosidad supera esta línea se puede considerar deformidad de Haglund.
Como se puede ver en la imagen de nuestro paciente, la formación ectópica de hueso ha ido más allá, calcificando la inserción del T de aquiles y la bursa retrocalcánea, quizá por un tiempo muy prolongado de evolución.
El síndrome de Haglund produce una sintomatología orientativa, con un característico aumento de partes blandas en el talón, con enrojecimiento por el contacto con el zapato (sobre todo si es estrecho o tiene una parte posterior muy rígida),dolor focal en la inserción del tendón de Aquiles y dorsiflexión dolorosa del pie.
Habitualmente el estudio radiológico comienza y termina con la radiografía lateral de tobillo.
Las causas son variadas; genéticas, pies con arco muy pronunciado pueden provocar un roce crónico entre la parte superior del calcáneo y el tendón, la tendencia a caminar en supinación puede provocar este contacto referido, etc...
El tratamiento inicial, conservador, consiste en tratar:
-las causas predisponentes; si hay un aumento del arco, se pueden poner taloneras o plantillas para controlar la tensión a nivel de la inserción aquílea, ejercicios para aumentar la flexibilidad del T de aquiles.
- las causas desencadenantes del cuadro doloroso: modificaciones del calzado, almohadillado posterior del mismo
- tratamiento de la inflamación producida de forma aguda/subaguda a consecuencia de esto con frio local y antiinflamatorios
Si esto fracasa, iríamos al la cirugía, que consistiría en la excision de la deformidad y de la bursa y desbridar la parte del T de Aquiles afectada.
Nuestro paciente, evidentemente pasó, finalmente, por el quirófano y está en fase de recuperación.
Si tienes estos síntomas, no lo dejes pasar, llámanos al 670407988 o escribe un correo a drgalanlesiones@gmail.com
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