He encontrado esta imagen esquemática muy parecida a lo que parece que ha pasado aquí.
Clasificación de Bunnel:
Grado I: ruptura parcial o elongación de la bandeleta
central del tendón extensor con discreta deformidad en flexión de la
articulación interfalángica distal entre 5 y 20°, pero mantiene alguna
extensión activa.
Grado II: ruptura total de la bandeleta central del tendón extensor con deformidad en flexión de la articulación interfalángica distal entre 20 y 60° o más, no extensión activa.
Grado III: avulsión de un pequeño fragmento óseo de la falange distal con más de 60° de flexión de la articulación de la falange distal y pérdida de la extensión activa. El fragmento óseo avulsionado puede ser menos de un tercio de la articulación interfalángica distal o más.
Estas lesiones se trataban a comienzos y mediado del siglo
pasado con tratamiento quirúrgico, colocándose posteriormente un yeso para
mantener la corrección de la lesión. Los resultados obtenidos con esta
inmovilización no fueron buenos. A partir de la década del 1970, empezaron a
diseñarse las primeras ortesis para el tratamiento conservador de estas
lesiones.
El tratamiento quirúrgico abierto, se continúa realizando,
en el grado III con afectación de más de un tercio de la cara articular de la
falange distal, donde se fija el fragmento avulsionado anatómicamente.
En los últimos 20 años se ha estado recomendando el tratamiento conservador restringiendo en hiperextensión la articulación interfalángica distal con algún modelo de ortesis o férula por 6 semanas, lo que refleja en la literatura mundial resultados favorables en más del 90 % de los pacientes estudiados.